De otra manera... o no. Probablemente de la misma manera que todo el que empieza. Pero, por lo menos, intentando darle una forma diferente. Vamos por partes.
Estamos enfrascados en la realización de un cortometraje llamado "ESTAR". La sinopsis dice que "ESTAR es la búsqueda del poder curativo de la imaginación, el paseo cómplice de un anciano y una niña por los delicados márgenes de la realidad, con las estrellas como metáfora viva de su propio caminar". Ahí es nada. Para apoyar la historia, hemos tenido la suerte de poder contar con un equipo artístico estupendo. Celso Bugallo, Malena Láinez y Vanessa Espín le pondrán voz y rostro a unos personajes que en mi cabeza ya han dejado de ser invisibles. Todavía me cuesta creer lo bien que se han corporizado.
El equipo artístico es una pasada, pero el técnico no se queda atrás. Álex F. Capilla al sonido y Diego Cortés a la dirección de fotografía son las cabezas visibles de un grupo de gente que exhala motivación, entusiasmo, seriedad, profesionalidad, buen hacer, generosidad, compromiso. El cine es habitualmente un proceso de creación colectiva, pero en este caso estoy seguro de que lo es más aún. Así es difícil no sentirse bien arropado.
ESTAR será posible gracias a una suerte de presupuesto cooperativo: habrá quien colabore con sus mañas cinematográficas y habrá quien lo haga con sus recursos económicos. Hasta aquí, nada nuevo: los colegas curran gratis y la familia se endeuda por amor -o por dejar de oirte hablar de tu proyecto-. Como siempre. Sin embargo, el presupuesto cooperativo no se termina ahí: las posibles ganancias derivadas de festivales, concursos o derechos de emisión que pudiera generar el corto serán repartidas al 50% entre el equipo y los mecenas, de forma proporcional al trabajo realizado o a los recursos económicos aportados. De este modo, las mañas cinematográficas y las generosas donaciones no caerán es esa extraña dimensión de la inversión a fondo perdido. Lo más probable es que resulte muy difícil sacar pelas con el corto, pero en caso de que cayera algo, la base de nuestro compromiso es garantizar un reparto equitativo de los ingresos entre todas las personas que han confiado en el proyecto y que lo han apoyado de alguna forma. Es nuestra intención de intentar hacer cine... de otra manera.
Por último, ESTAR será registrado bajo una licencia copyleft adaptada a la legislación española por la organización Creative Commons. Frente al copyright más restrictivo, esta licencia constituye una verdadera alternativa que cuestiona el modelo actual de explotación comercial de los bienes culturales, al conciliar un acceso libre al conocimiento con los derechos de propiedad de los autores. Así, se permitirá la copia y la descarga telemática del cortometraje, además de su alteración y su difusión, siempre que se cite expresamente la autoría y se persigan fines no comerciales. Los usos personales y comunitarios del producto serán libres, pero los usos comerciales deberán seguir pasando por caja. Este camino no lo abrimos nosotros, ya que hay otros que están demostrando lo interesante que resulta avanzar por él. La pena es que esté tan poco transitado.
Por si todo lo anterior fuera poco, también hay una fiesta. ¿En qué proyecto que se precie no hay prevista, como mínimo, una gran fiesta? Pues no íbamos a ser menos. El jueves 27 de abril, a las 21'00h, la Sala Caracol de Madrid (c/ Bernardino Obregón, 18, Metro Embajadores, Atocha o Lavapiés) acogerá una fiesta mestiza con sabor a folk astur e irlandés, a samba callejera y a ritmos afro-latinos. 3 de Trébol, Tayuela de Mecer, Sambadarua y DmarcosDJ ofrecerán un chow potente y solidario para recaudar fondos para producir el cortometraje. Una gozada contar con ellos y ellas, y un error tremendo perderse semejante guateque. Quedáis avisados. La entrada costará 6 euros en la puerta. Nada para tanta tralla. De verdad de la buena.

Ahí queda eso. Nos vemos en la fiesta y, con un poco de suerte, en las pantallas de vuestros barrios, de vuestros colectivos, de vuestros ordenadores. Será todo un placer.